Piezas inspiradas en los viñedos y el mundo del vino. Me he centrado en la cepa: la parte de fuera de la pieza es oscura, con una textura que nos recuerda la corteza de la vid, con pequeños motivos de colores uniformes, tranquilos, para no sobrecargar la pieza y dar el mismo protagonismo tanto a la forma como al color por igual. El interior de las piezas está esmaltado en colores delicados, como el fruto, son los colores del otoño, rojos, amarillos, verdes y azules, como el cielo. Los colores que tengo la alegría de vivir cada día cuando voy a pie al taller.